El mundo de las emociones en los niños

El mundo de las emociones en los niños

Si para nosotros como adultos nos resulta tan complicado dominar nuestras emociones, imaginaros como debe ser para un niño de 1 o 2 años.

Son impulsos con los que nacen y que nos sorprenden cada día de su vida.

 

¿Por qué llora mi bebé? ¿Qué le provoca ese ataque de risa? ¿Qué mira tan atentamente? ¿No quiere comer determinado alimento?

 

Las emociones básicas de los niños

Si habéis leído el best seller en España y uno de los cuentos más leídos en las escuelas infantiles “El Monstruo de colores” o habéis visto la peli de Inside Out “Del revés” de Disney, veréis que desde hace unos años (por fin) se tienen más en cuenta el mundo de las emociones en los niños.

Todas funcionan mezcladas entre sí y sencillamente, a veces nos dominan unas más que otras.

 

ALEGRÍA

Se supone que de niños es la emoción básica que debería dominar nuestro día a día.  El niño muestra la alegría constantemente. Se siente feliz, acompañado. Muestra su satisfacción con cada gesto y ríe. En la etapa de 0 a 12 años, es el periodo según los expertos en nuestra vida en que derrochamos este sentimiento sin que interfieran los excesivos problemas cotidianos. Necesaria para crecer, esta emoción positiva refuerza el comportamiento positivo.

MIEDO

El miedo es necesario aunque pensemos que es una emoción negativa. Si el niño no tuviera miedo, pondría en peligro su vida constantemente. Además nos pone en alerta y nos hace aprender de nuestros errores. El niño tiene miedo de caerse, de tropezar, de la oscuridad. Pero eso le hace avanzar. Aunque un exceso de miedo puede bloquearnos y hacernos sentir pánico, siempre es bueno para saber lo contrario a lo que debemos hacer.

ASCO

El asco no está representado por el no querer determinados alimentos. Es sentir rechazo sobre determinadas cosas o situaciones. Un niño determina así su personalidad y le hace no ser conformista y asumir las cosas sin cuestionárselas .Es fundamental saber decir “no” a ciertas cosas, asumir nuestra personalidad.

TRISTEZA

Es lo contrario a la alegría. Complementaria a la alegría, no sabríamos disfrutar de lo estupendo de una risa, si no lloramos. Nos hace pensar más en nuestros sentimientos y buscar el interior pues nos recogemos en nosotros mismos. El niño puede mostrar este sentimiento, pero ¡cuidado! Siempre debemos buscar que luego vengan momentos de alegría para que no pase demasiado mucho tiempo solo. Para los niños son momentos de calma y estar solos.

IRA

La más compleja de las emociones ,  es un arma de defensa para el niño, porque demuestra su enfado. Pero para los padres y en ciertas situaciones es la emoción que les cuesta asumir más. Las rabietas, el enfado crea momentos de tensión.

De la ira también se aprende. Es normal que aparezca Ira en nuestro hijo cuando alguien le pega, o cuando se aprovechan de él. Es en cierta forma, un arma de defensa, una forma de entender “esto no me gusta” ¡esto me enfada! ,” no quiero esta así”. Y en ese momento Ira pone en marcha un mecanismo para pensar cómo defenderse ante todo eso que le provoca enfado. 

 

Debemos entender que son todas necesarias y que no hay emociones positivas y negativas, sino formas de entender las cosas. Debemos ayudar a nuestro hijo a comprenderlas y explicarle qué es lo que siente y cómo se siente.¿ Sentiste ganas de explotar? ¿Un niño te pegó en la escuela? ¿Te emociona y te alegra cuando llega mamá? ¿Por qué?

Ninguna de las emociones es mala. Todas y cada una de ellas son necesarias para nuestra estabilidad emocional.

Además es divertido cambiar.